ADVERTENCIAS

Este BLOG contiene algunas escenas sexualmente explícitas y lenguaje adulto que podría ser considerado ofensivo para algunos lectores (sexo homoerótico) y no es recomendable para menores de edad.

6 ene 2010

Bresso

Nota: Lestat y Nicolas pertenecesn 100% y mas a Anne Rice, yo hago esto din fines de lucro, solo para entretenerme y entretener a quien guste leer esto.

La cancion "Bresso" es del disco "Einsamkeit" de la banda Alemana: LACRIMOSA.

(Les recomiendo escuchen la cancion mientras leen
http://www.youtube.com/watch?v=l27Y2tk7Ygg )


Bresso
By Nerissa Leone


Mi último cigarro se pega a mi pulmón,
Mis palabras tiemblan contra ti
Llenas de esperanza y temor,
Aquí sentado, cuan purificado me ves.
Sin amor - vacío y enfermo,
Desangrado - totalmente agotado,
Sin embargo tu amor corre por mis venas,
No estoy muerto, no, no estoy muerto,
Escucho aún tu voz hablarme,
Aún siento tus labios sobre mi piel.
Aún tu luz brilla en mí,
Aún te amo,
Aún quiero conocerte,
Quiero acercarme a tu alma,
Quiero perderme completamente en tí,
Toda tu belleza, todo tu brillo,
El castigo por amarte, el castigo de mi amor.
Y ahora te pregunto ¿dónde estas?
¿Dónde estás ahora?
La esperanza se aplasta en mi piel
La duda se encierra en mi corazón
Siento amor en mi interior
Mentiras y fuertes palabras escucho de ti
El reloj de mi vida - destruido
El recuerdo condena
Y te amé
aún escucho tu voz que me llama
Aún siento tus labios sobre mi piel
Aún brilla tu luz en mí
Aún te amo
Regresa por favor
Por favor...

Bresso (traduccion) - Lacrimosa

Noche de invierno, como cada noche, me siento en la cornisa de este ventanal, en un edificio que ha logrado superar las huellas del tiempo, o que al menos, gracias a manos humanas, se ha mantenido en pie desde hacia mas de medio siglo.

Al parecer este, era el edificio más antiguo de todo Paris.

¡Ahhh Paris!

El paraíso terrenal, la ciudad luz, la belleza en todo su esplendor, aun con sus fallidos intentos de modernidad, era bella, única.

Como el.

Cerré los ojos conteniendo las ganas de derramar aquella lagrima traicionera y sonreí, sonreí con cinismo, tratando de olvidar aquel sol y aquel cielo, aquella calida luz.

Aun que sabia que era imposible.

Volví a sonreír, sintiendo el frescor del viento invernal en mi rostro, aquella blanca nieve cubriéndolo todo, así me sentía yo, una ciudad recubierta una y otra vez de nieve blanca, haciendo insensible cada parte de mi ser, incluido mi corazón, que ahora no era mas que cenizas mancilladas, cenizas mojadas incapaces de volver a ser fuego ardiente.

Respire con profundidad antes de ponerme en pie, abriendo los ojos y fijar mi vista en la preciosa estampa de la catedral de Notre Dame.

La única testigo de lo que fue y no volverá a ser.

Camine, solo un par de pasos hasta llegar a aquella desvencijada mesa, tomando mi violín, colocándolo con presteza sobre mi hombro, afinando sus cuerdas con delicadeza.

Puse el arco sobre ellas, rasgándolas levemente, comenzando a tocar, una melodía sin forma, pero que llevaba su nombre.

Lestat, el mata lobos.

Y sonreí, girando una y otra vez en aquel cuarto sin mas iluminación que las luces artificiales que provienen de los faros de la calle.

Tanta modernidad hace que uno pierda el sentido de la vida, el significado verdadero, pero…

El no, el nunca, el seguramente aun se mantenía y se mantendría en pie, luchando contra todo y todos, saliendo avante, volviendo como siempre a aquel que siempre y a pesar de la amargura, le esperaría con brazos abiertos hasta que huyera de nueva cuenta de su lado.

Y yo, seguiría, como siempre ah sido, siendo su fiel sombra.

Nicolás, El Violinista del Diablo.

Su violinista.

Mi Diablo.

Mi Lestat.

Dolía, aun que nunca lo aceptara abiertamente, aun que mis ojos brillen en aquellos fortuitos encuentros en los que el jamás podría sospechar de mi aun existencia.

-Sigo vivo.-murmuraba muy bajito, pero sin verdadera esperanza a que el me escuchara.-Aun te amo.

Mis lagrimas queman, como fuego liquido, y no puedo reprimirlas, no puedo dejar de llorar al recordarte, al sentir aun tus caricias, tus palabras, tu escandalosa forma de reír.

Y la música cambia, fusionándose conmigo, con mi dolor, con mis errores y mis anhelos.

Te amo…

Grita mi alma, buscándote en el tiempo, en el espacio que nos separa, en aquella mentira que nos alejo, que nos hizo daño.


Te odio.

Grita mi corazón, y no se si es a mi o a ti a quien reclama, pero duele, duele tanto amor, duele este castigo que yo mismo me impuse y creo que por ello, te odio y te amo.

Esa es la verdad de todo.

Odio tu brillo cegador, odio la oscuridad profunda en la que me hundía mientras tu te elevabas cual astro rey por los cielos del hades, siendo tu, un misericordioso ángel que tendió su mano al mas necesitado, pero no a mi…

Aun que tu voz gritaba mi nombre, mi alma yacía condenada en el abismo mas profundo de mi infierno.

Dolor…

No hay mas que dolor y desesperanza en este mundo donde vivo ahora y aun espero que regreses, aun en lo más profundo de mi ser, guardo ese pequeño rayo de luz que dejaste en mi antes de tu partida.

Aun te amo, aun quiero seguirte como una mariposa ciega en medio de la penumbra, buscando ese alo de luz que la guié por la oscuridad.

Quiero morir atrapado en esa luz que me cegaba, pues la oscuridad no ha sido suficiente.

La música sigue sonando, siendo lo único que corta el silencio espeso de la noche profunda de Paris.

Con cristalinas y desahuciadas notas, que nunca morirán.

Permanecerán moribundas en el eterno ir y venir de las corrientes de viento helado, buscándote, hablándote, murmurando a tu oído sordo lo mucho que me haces falta…

¡Por favor… regresa!

Te dirán, pero como siempre tu, no entenderás la profundidad de mi melodía y seguirás sin volver la vista hacia atrás.

Y seguiré, caminando por el mundo, tocando para mi, en un vano intento de llegar a ti.

Con una condena eterna por amarte tanto y odiarte de la misma manera.

Mío, diré entre dolorosas notas de violín, mientras mis lagrimas caerán lentamente y ellas quedaran como únicas testigos de mi dolor, manchando la lustrosa superficie de mi único amante…

Mi violín.

La melodía asciende a cada segundo, hasta dejar de ser simple música y convertirse en un grito desesperado de amor, de dolor y de odio conjugados.

Mi réquiem inconcluso.

Mi sonata eterna que sonara cada noche hasta que vuelvas.

Hasta la noche en que tu luz me libere y seamos uno de nueva cuenta.

Escúchame…

Regresa…

Por favor.

FIN

3 ene 2010

Crazy Valentine




Disclaimer:
Todos los personajes y lo relativo a este fic me pertenece, incluyendo las canciones.

PS: Hago referencia a los Damned Souls que son propiedad de Kenny_Black y el apellido Lioncourt pertenece a la Sra. Rice.


Crazy Valentine
Por Nerissa Leone

~*~§*§~*~


That kinda lovin' turns a man to a slave
That kinda lovin' sends a man right to his grave

I go crazy, crazy, baby, I go crazy
You turn it on - then you're gone
Yeah you drive me crazy, crazy, crazy for you baby
What can I do, honey
I feel like the color blue

Crazy-Aerosmith

Febrero 10, 2007
Le Rouge Music Records.
Estudio de grabación
7:10 pm.



El sonido de un beat cardiaco a través de las paredes, pronto el desgarrador sonido de la guitarra seguida por el compás del bajo y las melódicas notas de un teclado. Una voz de patines ásperos, casi infantiles, llena de sensualidad, reflejando en ella la andrógena apariencia del joven cantante.

Healt my brocken wings
Leave me to the sky
With your kiss
A travel of pleasure
Just you and me

Forget for a moment
Of the infernal pain.

Life have no meaning
Without the smile
In your face

Sweet angel
Redeemer of souls
Take my breath
Don’t leave me alone.

Hold me tight
Care of my heart
Don’t let me die

Hear the song
Of the stars
Shining like diamons
In the velvet sky

Forget for a moment
That i’m totaly
Alone.

Wine have no taste
If you don’t smile
Any more


La canción termina con la ultima palabra proveniente de los labios carmesí de Adrián, seguido por la ultima nota del teclado de Alex.

Something Diabolikal… La banda mas joven de Goth Metal… admirada por cientos de adolescentes de sexos indistintos, hombres y mujeres de aspecto tan andrógeno que no había mucha diferencia entre ellos.

Así era la rutina de los Something… despertar, desayunar, ir al estudio, comer, grabar mas cosas en el estudio cenar, ir a un bar pasar un buen rato y regresar a la cama, donde al menos un par de ellos disfrutaba plenamente de su amor, sin reservas.

-¡¡¡Wow…. Eso estuvo de poca madre!!!-se escucho el grito entusiasmado del tecladista, seguido de los aplausos aprobatorios del resto de la banda.
-¡Estoy muerto!- gimió Adrián cansinamente, mientras se dejaba caer sobre la alfombra del estudio.
-Y aun nos faltan tres canciones.- dijo seriamente el baterista, Nate.
-Que poca madre, yo quería ir a casa a dormir y ahora tengo que chingarme por culpa tuya.-arremetió con fingido enfado Derrik, el bajista, contra Adrián – Puto Adrián, a buena hora se te ocurre embriagarte y desvelarte con el pendejo de Rivers.
-Hey… no soy puto y Rivers no es… espera, el si es un pendejo, pero yo no soy puto.- dijo ofendido el joven vocalista.
-Ahhhhhhh… y ahora lo niegas- contesto mas que molesto el guitarrista, Darius.-… pero anoche no decías lo mismo, al contrario hasta pedías más.-dijo en tono irónico mientras le vaciaba un vaso de agua con hielo en el rostro.-¡Perra!

El joven vocalista se paro de golpe al sentir el helado liquido y el golpe de los hielos en su pecho y rostro.

-¡Hey… esta fría!- se quejo.- Y no soy perra… soy gato.

El pelinegro guitarrista chasqueo la boca, restándole importancia al comentario de Adrián.

-Para lo que me importa. Seas perra o gata o Munrra el inmortal, de todos modos eres un estupido puto mentiroso.- dijo Darius antes de salir indignado del estudio, con un cigarrillo entre los labios.
-¡Hey Dar… Dary, que pasa contigo- siguiendo al ojinegro.-Dari, que tenes… yo no hice nada.-haciendo un puchero y hablando con voz infantil.-Po favo… lime que tenes. Me vas a deciiii, siiiiiii…- hacia caritas dulces y provocativas que hacia para llamar la atención de su amante sin lograr ningún resultado.
-Ya Adrián, basta y deja de llamarme Dar, mi nombre es Riccardo, recuerdalo Riccardo.-remarcándolo en un tono grave e imperante, cosa que dejo a Adrián sorprendido y sin palabra.
-Riccardo..- murmuro.-¿Qué tienes? Me perdonas, en serio no se que dije o hice, pero no me gusta estar peleado contigo, sabes que me duele.
-Ah sí- dijo sarcástico.- eso debiste pensar antes de estarte fajoteando con Joshua y Kenny Kitten ayer.
-Pe…pe… pero estábamos jugando nada mas.
-Nada mas…- imitando el tono del vocalista.-…NADA MÁS, QUE QUERIAS, MÁS… LLEVARTELOS A LA CAMA, FOLLAR CON ELLOS. ¿QUISAS TE SATISFAGAN MÁS QUE YO… NO CREES?-grito enfurecido.
-Da…da… Riccardo, por favor yo no hice nada, solo estábamos jugando. Perdóname.
-¡Perdóname!-volviendo a imitar a Adrián.-…perdóname que te crees Adrián, que por ser nieto del jefe de la mafia puedes jugar con todo el mundo.
-No , no es eso, es que yo… yo… perdón.-agachando la mirada.- Te amo Darius.
-Me amas… JA.-dijo irónicamente, sin creer nada.- Si, ya se que clase de amor es ese, el mismo que le tenias a Matthew, ¿no es así? ¿Que clase de amor es ese? Prometes y prometes y lo primero que haces es abrirle las piernas al primero que te dice bonito, ¿no es así?
-¡NO ES CIERTO-grito con lagrimas en los ojos, notablemente herido.-SABES PERFECTAMENTE QUE DESDE QUE ANDO CONTIGO NO ME HE METIDO -CON NADIE MAS. Te lo jure…-clamando su tono de voz.-… y así pienso seguir hasta que te artes de mi, Darius, por que te amo, TE AMO y no hay persona mas importante que tu, entiendes, TE AMO!

Se arrojo a brazos del pelinegro para robarle un beso lleno de frustración y necesidad, solo para encontrarse con la desilusión de que ese beso no fue correspondido, solo la firme y estática figura de Darius parado frente a él, sin siquiera inmutarse.

-¡Te amo!- dijo con lagrimas en los ojos y la voz cortada por la angustia y el dolor. Lo estaba perdiendo, todo por una noche de diversión.
-Si lo que digas.- digo rechazando cualquier excusa o explicación por lo sucedido la noche anterior. Dio la vuelta alejándose del lugar y encendiendo su cigarrillo, dejando al joven rubio hecho un mar de lagrimas.

Se dejo caer sobre el frió suelo,

-¡No otra vez… otra vez no… por favor, no otra vez!- suplicaba el rubio cantante entre lagrimas, medio sentado, medio hincado sobre sus bruces, derramando lagrimas como hacia tanto no lo hacia.
-¿Y ahora que?- dijo sin mucho interés el recién llegado Nate.-¿No me digas que ya no va a regresar?
-¿No se?-dijo entre sollozos Adrián.-Se enojo por lo de ayer.
-¡Hay pequeño bestia!- dijo riñéndolo-¿Cómo no se iba enojar se te estaba hablando y tu lo único que decías era: “Aguanta, que no vez que estoy ocupado”?-imitando el tono de voz del rubio.-Bien entretenido que estabas con esos dos.
-¡Bueno ya…!- dijo poniéndose de pie y enjugándose las lagrimas.-Fue mi error, pero no es para que me lo estén recalcando a cada rato. Dijo molesto.
-¿Y ahora, que vas a hacer?¿Recuerda que aun nos faltan tres rolas por grabar?
-¡No se…-dijo caminando de un lado a otro, como gato enjaulado.-…no se…no se … no se…!

Mientras tanto:

Fuera del edificio de Bloody Rose Co.

Darius se encontraba recargado en una pared, esperando que la pequeña y una de las ultimas nevadas de invierno cesara. Jalando el humo directo hasta sus pulmones, y exhalando el almizcleño humo del tabaco, se quedo allí, viendo a la gente neoyorquina pasar en sus autos, saliendo de sus trabajos para dirigirse a casa con sus familias, mientras el buscaba sacarse toda la frustración y coraje con un cigarro, o quizás la cajetilla entera.

Tenia ganas de salir corriendo, beberse todo el alcohol del planeta y fornicar con cualquier hombre o mujer que se le ofreciera. Tenia ganas de entras corriendo al edificio, subir al elevador que le conducía hasta el décimo piso, salir al pasillo y verlo allí, tirado de bruces en el frió piso llorando y tomarlo en brazos dirigirse a casa y hacerle el amor hasta el cansancio, como tantas otras noches.

Pero no lo haría, ya le había perdonado otras tantas, pero en esa ocasión no… no lo haría, por venganza, por orgullo, por demostrarle que su apellido tenia tanto renombre y merecía tanto respeto como el suyo.

-¡Soy un Lioncourt!- se repetía mentalmente y había soltado esas palabras con el orgullo de un pavo real.-¡Soy un Lioncourt!

Pronto escucho el escándalo de la música estrenduosa dentro de una enorme camioneta blinda de de color negro pararse frente a las puertas del corporativo. La puerta corrediza se abrió, para dejar salir aun grupo de jóvenes, sumamente atractivos del transporte.

Tres bellezas femeninas y dos galantes caballeros, vestidos en su totalidad de negro, en atuendos hechos de seda, terciopelo, cuero, llenos de hebillas cadenas y extraños accesorios.

-¡Al fin!-grito una joven de unos diez y ocho años de cabellos largos y castaños, sumamente lacio y largo hasta la cintura. Los ojos rojos como si estuvieran hechos de sangre, sonriendo alegremente como la chiquilla que era. Vestida con un entallado pantalón de gabardina, blusa de cuello alto y una gruesa chamarra negra, tan parecida a la que portaba cuando conoció a su pequeño gatito.

¿Melancolía?

Quizás.

-¡Ahhhhhh… Mario idiota, primero van las damas!-salio un joven de piel apiñonada, y ojos color oro, el cabello rubio oscuro como el de su niño, sonrisa sarcástica, vestido con un pantalón de gabardina, semi entallado a su cuerpo, camisa de seda negra y la gruesa gabardina de lana llegándole hasta las pantorrillas, dándole un porte arrogante. Detrás de él una joven delgada y mas alta que la otra, cabello negro lacio y corto hasta los hombros, usando un peinado muy parecido al que el usaba; gafas de aumento de pasta gruesa y negra enmarcaban sus ojos, vestida casi de la misma manera que la otra joven, a diferencia que el pantalón de esta era de terciopelo, portando orgullosa sobre su cabeza, unas orejas peludas parecidas a las de un gato.
-¡Hey… estupit girl, ¿por que te llevas mi chamarra?!- pregunto detrás de ella un joven de andrógena belleza, tan delgado y perfectas piernas torneadas enfundas en un pegadísimo pantalón de cuero negro, una camisa tan pegada como el pantalón, dejando a la intemperie sus delgados y delicados brazos, cabello rizado y castaño, haciéndolo lucir casi como un niño, tanto como el mismo y su niño, tan bajito como las jóvenes escandalosas que ahora peleaban con los dos jóvenes para obtener la propiedad de la chamarra y las orejas de la joven pelinegra…
-Dame… dame… son mías.-gritaba la pelinegra de ojos marrones, exigiendo la devolución de sus orejas.
-Tu regrésame mi chamarra.- también exigiendo el joven de rizos renacentistas.
-¡Ya con un barajo aquí esta tu pinché chamarra!- se vio salir por arte de magia una gruesa chamarra y de tras del objeto una joven bajita de piel canela, ojos color avellana y largos rizos castaños y alborotados, dejando caer de lado un fleco semi alaciado, vestida con una larga falda negra, botas del mismo color, blusa de red entallada y enzima de esta una blusa de tirantes del mismo color negro, cubriendo su cuerpo entero con un grueso abrigo de lana que apenas le llegaba a la cintura y en su cuello una bufanda.
-Hey gata… no me pinchéis.-grito el joven.
-¡¡¡Hola… hola na no daaaa!!!- dijo esta como saludo a Darius que se encontraba aun recargado a la pared con un nuevo cigarro en los labios.-¡¡¡DARIUUUUUUUS!!!- volvió a gritar al no ver respuesta del pelinegro y se lanzo a los brazos.
-Hey espera.-fue lo ultimo que dijo antes de verse en el suelo con la joven sentada a horcajadas sobre el y obligándolo a besar un pequeño gatito de peluche blanco con alitas rosadas.- Besa a Demian… que beses a Demian… no hagas sentir mal al sobrecito de Dem… anda, anda besaloooo…

Darius no tuvo otra opción de hacer lo que la joven loca que pedía.

-Esta bien, esta bien, lo beso pero quitaté de encima.- accedió, besando la pequeña bola blanca que era el gato, a lo que Joss Kitten apretó la pancita del animal haciendo que emitiera un maullido falso grabado.
-¡Dem es feliz ahora por que Daris lo beso… uiiiiiii!- dijo poniéndose de pie y dando piruetas.-Bien, cambiando de tema. ¿Qué haces tu aquí afuera?- pregunto cambiando su actitud infantil por otra mas adulta.
-Nada, esperándote.- contesto sin mucho afán.
-¿A miiiii?- dijo sin creerle del todo.-No te creo.
-Bueno, los esperaba a todos.
-Ahhhhh… y ¿para que?
-Para decirle a esta tonta y este niño…-refiriéndose a Kenny, la niña de las orejas gatunas ya Josh el niño con rostro de ángel renacentista.-…que se alejen de Adrián, no los quiero cerca de él…-dijo en un acceso de furia, mostrando a través de sus pálidos labios unos blancos y lo que parecían muy afilados par de colmillos.-¡ENTENDIERON, no se le acerquen.!

Dicho esto dio media vuelta y se metió dentro del edificio seguido por Joss y Mario, el joven de porte altanero, tras de ellos les siguió Ángel, la joven de ojos rojos. Dejando a los otros dos, Kenny y Josh parados frente a su camioneta con cara de no entender nada.*~*

-Oye… que bonitos colmillos, tu dentista hizo un excelente trabajo.(Que inocente… verdad? )- dijo Ángel.
-Gracias- contesto sin ninguna importancia.

Subieron el ascensor hasta el décimo piso y allí estaba Adrián sentado en el piso con Nate a un lado dándole ánimos.

-Ya… ya… veras que todo se arregla pronto.-dándole palmaditas en la espalda.
-Pe… pe… pero, ¿si no quiere escucharme?-dijo Adrián volviendo la vista angustiada a el baterista.
-Pues que pendejo, pero eso si, que ni se atreva a tocarte un pelo o hacerte una jalada como la que te hizo el puto de Matthew, por que a este si le rompo su madre.
-Ehhh… gracias Nate, de veras que eres un gran amigo después de todo.- dijo el rubio abrazándose a su amigo, ojiazul.
-No por nada fui el primero en darte la novatada a la banda, ¿no crees?- soltó este ultimo la carcajada, contagian con ello y aun entre sollozos al joven vocalista.
-Bien, como veo que ya se te paso el berrinche sigamos grabando, que tengo ganas de ir a casa a dormir.-dijo Darius al pasar frente a los jóvenes amigos sin volver la vista a ellos ni por un instante.
-Darius.-murmuro bajito Adrián, mirándolo suplicante, como un animalito sin dueño.
-¡¡¡Adrián!!!- grito Joss abalanzándose contra Adrián que aun se hallaba sentado en el piso.-¿Me extrañaste?
-¡¡Jossy!!-le contesto con un poco mas de entusiasmo-¿Pensé que ya no venias?
-Como no iba avenir, si hoy me toca grabar ese lindo dueto contigo, moxo.(NA: “moxo”…forma rara de abreviar “Hermoso” *o*)-achucandolo contra su cuerpo.
-O si… y que moxo esta.- dijo socarrona Kenny, que acababa de llegar junto con Josh.
-Muy… muy moxo…-completo Josh.
-Pero estas llorando, ¿Por qué?- dijo en un gracioso tono Joss, uno un tanto infantil, como solo ella y su ídolo de anime/manga lo lograban hacer.
-Es que Darius se enojo conmigo.-dijo haciendo puchero y los ojos húmedos.
-Ese…- siseo entre dientes, la joven bajista.-…¿Cómo se atreve a hacerte llorar?, si eres la cosita mas preciosa que puede existir en este fucking planeta.-dijo pellizcando sus blancas mejillas.
-Cierto, yo la apoyo.-dijo Ángel abrazando al rubio por el cuello y besando una de sus húmedas mejillas.
-¿Gracias?-dijo Adrián estrechando a las jóvenes entre sus brazos y sonriendo, mostrando que el también portaba unos pequeños y blanquecinos par de colmillos.
-¡Hey, ¿a ti también te trato el mismo odontólogo que ha Darius?!-pregunto Ángel con suma inocencia, mientras rozaba con sus delgados dedos los colmillos del cantante, a lo que este se puso pálido, casi como una hoja de papel.
-Ehhh… si…-dijo con nerviosismo apartando el rostro y poniéndose de pie.-Bien… es hora de trabajar.-dijo esto y se encamino al estudio jalando del brazo a Jossy.

Dos horas y media después.

Un grupo de aproximadamente quince personas abandonaba el estudio de grabación, descendiendo por el amplio elevador, entre charlas banales y miradas discretas y desaprobatorias.

-¿A donde iremos ahora chicos?- pregunto entusiasmado el tecla dista de Evil Kittens, Josh.
-Al Dracula’s Child!-grito con extraño entusiasmo el baterista de los Kittens, Mario.

Todos volvieron la cara, incrédulos, hacia el joven rubio que por lo común lucia reservado con la mirada furiosa y gatuna, digno de ser llamado un gato, digno de ser un Kitten.

-Mario…¿te sientes bien?-dijo con infantil tono Joss, tocándole la frente para comprobar que no era una extraña fiebre lo que lo hacia actuar así.
-Siiii….-le prosiguió Kenny, comprobando por su propio tacto la temperatura del ojimiel.-… de veras… de veritas te sientes bien?
-Si… que no puede uno entusiasmarse por ir a un bar donde hoy toca la mejor banda de todo el puto planeta tierra y el universo quizás.
-¡¡¡Los 69 EYES!!!-grito conmocionada la niña de las orejas, brincando y zarandeando a Joss que casi enseguida reacciono de la misma manera.
-¡¡¡HIM… van a tocar HIM!!!
-No tonta… son los 69’s, bueno… aunque si fueran HIM, tampoco estarían mal.-les siguió Ángel, también muy emocionada.-¡Ahhhhhhhhhhh… voy a ver a Jyrki o Ville…ahhhhhhhhhhh…. Que emoción…!

Solo se escucharon las risas estruendosas del resto de pasajeros del ascensor, a acepción de dos de ellos que esporádicamente se lanzaban miradas deseosa o llenas de furia e indiferencia.

Salio el enorme grupo de siete hombre y tres mujeres que saltaban alegremente ante un alto rubio de corta cabellera y ojos de fiero oro.

-Dinos… ¿quien va a tocar… Los 69’s, HIM, los Damned?- atosigando a mas que uno con su escándalo.
-¡YA...- grito desesperado el rubio.-SON LOS DAMNED…saben que no hay mejor banda en el mundo para mi que no sean los DAMNED!
-Kiaaaaaaaaaaaaaaaaayyyyy….-gritaron todos al mismo tiempo, a excepción nuevamente del pelinegro guitarrista de los Something, quien solo puso una cara de hastió y con un murmullo se despidió.
-Yo paso.- dijo el joven de los ojos de abismo y se retiro hacia la salida donde tomo un taxi.

Adrián solo vio partir a su amado pelinegro, su dios individual al que tantas otras noches había adorado en la intimidad de su alcoba.

Un par de lánguidas lagrimas se derramaron por su níveo rostro, agachando la mirada estuvo a punto de rechazar la invitación de ir a ese concierto, pero el recuerdo de unos felinos ojos de plata y una sonrisa endemoniada le hicieron cambiar de parecer.

-Rivers.- murmuro para si y siguió al resto de su banda y a los Kitten.

Una vez en el bullicioso bar, el mas bello de NY, se adentraron en una bella sala que quedaba a unos cuantos metro del escenario en una primera planta sobre este, sentado en un sillón forrado de terciopelo rojo, estaba el bello vocalista de Something Diabolikal, y al cada lado de este Kenny y Ángel Kitten.

Observaba atento al escenario, y escuchaba a lo lejos y a pesar del escúdalo y gracias a sus agudos sentidos que su condición le brindaba, una platica trascendental entre Josh, Joss y Mario Kitten, acerca de lo bien que le sentaba el pantalón de cuero y la seda roja de su camisa a Michael Rivers, vocalista de Damned Souls.

Mientras Nate, Derrik y Alex coreaban con entusiasmo las canciones que el DJ mezclaba, para placemos de los consumidores del bar. En otra ocasión el estaría haciendo lo mismo, gozando y bailando con sus amigos, pero ahora estaba allí, entre dos mujeres, mayores que el por escasos uno y cuatro años de edad, Ángel y Kenny, respectivamente.

-¿Que tienes gatito?-pregunto con angustia Kenny, viéndolo directamente a los ojos.

De fondo se escuchaba el sonido ensordecedor de la música del bar, una canción de amor a pesar de los cientos de guitarrazos y la voz desesperada que la cantaba, esa voz femenina que parecía gemir su dolor y gritar a los dioses inexistentes su amor mal correspondido.

If you let me
I will die
‘Cause i’m brathless
when i cry

Pronto su mente viajo mas allá de las paredes llenas de telas y luces del bar, hacia las afueras de la ciudad, a una enorme mansión rebosante de estatuas de ángeles, Angel’s Manor.

Llego la imagen adorada, los ojos negros reflejados en un espejo mientras espillaba sus largos cabellos azabache, pensando sin pensar en aquel que lo espiaba a través de sus propios ojos. Adrián.

Don’t forget my name
I’ll been waiting
For you
In this lonely time

Cuanto desearía estar allí y escuchar su nombre en sus labios, escuchar que sus sentimiento aun eran correspondidos.

“TE AMO”.

Solo deseaba eso, nada mas.


You still love me
Don’t you?
Tell me the trut
I wanna hear you
screaming now

No escucho las voces femeninas que le avalaban a gritos, no escucho el sonido de una botella romperse, o el grito casi ensordecedor de Joss:

-¡¡¡HEY.... ESCUCHEN SOY YO!!!!-gesticulando con las manos, señalándose a si misma, mientras cantaba a todo pulmón.

Solo estaba él en su cabeza, frente al espejo, hasta que este cerero los ojos y se alejo de él, cerrando su mente a cualquier intruso, incluyéndolo a el.

Kill my heart
Brock my wings
Don’t let me die
Away from here

Y como no derramar esa lagrima que escapo de sus ojos, ni ese gemido ahogado que se fugo de sus labios, si su indiferencia lo estaba matando.

How could erase
The mark of your kiss
How could forget
All of this
I wish you be here

Deseaba sus labios, y esas manos calidas y suaves sobre su piel, como olvidarlo si….

“Su fiero beso permanecerá en tus labios, posesivo y fiel”.

Escucho atento las palabras de Kenny, a su oído, coreadas por Ángel a su izquierda.

-¿Que?- dijo volviendo la vista hacia ellas alternativamente.
-Sus besos, aun los sientes ardientes en tus labios, como si de una eternidad dependiera tu alma y su rechazo…-dijo casi poéticamente Kenny, mientras secaba esa lagrima fugitiva de su mejilla.
-Lo amas tan profundamente que no puedes olvidarte de él ni siquiera en un momento tan alegre como este. ¿Qué te hizo?- insistió Ángel al no haber encontrado respuesta anteriormente.
-Me pelee con el por lo que paso ayer contigo Kenny.-dijo sin motivo de echar culpas.
-Lo siento mucho si fui la culpable, pero creo que te podemos ayudar, si es que tu así lo deseas.-dijo aceptando la culpa, la joven de las orejas gatunas.-Mira, no seré la experta en amor, ni mucho menos la doctora corazón, pero algo puedo hacer.
-No se... ya no se que hacer. Que tal si en vez de mejorarlo, todo se empeora.-dijo agachando la mirada.
-No sea negativo Adrián.-sentencio Ángel, tomando su rostro entre sus manos.-ya veras que todo se arregla…
-Si, solo déjalo en nuestras manos.-aseguro Kenny.

Al fin termino el concierto, con aplausos y vitoreando a la banda, estos salieron del escenario y se encaminaron hacia la zona VIP, donde ya los esperaban ansiosos los Kitten y los Something.

-WE’RE DAMNED SOULS...AND ALL OF YOU ARE CONDAMNED!!!!-gritaron los integrantes de dicha banda a lo que Adrián, un poco mas animado por el alcohol en su cítela se paro en el sillón y grito a coro con el resto de su banda.
-TO NIGHT BELONG TO HIM….. SOMTHING DIABOLIKAL!!!!

Siendo observados por la otra banda, con cara de competencia, las tres mujeres y los dos hombres se pusieron de pie sobre una mesa que estaba repleta de botellas y vasos, gritaron en desafió.

-WE’RE THE LOVELESS HERATS OF HELL… WE’RE EVIL KITTENS WEAPING TO THE BEAUTY OF THE NIGHT!!!

Las dos bandas anteriores volvieron la vista a el joven grupo de chicos sobre la mesa y comenzaron a aplaudirles.

-Bravo.-decía entre aplausos el vocal de Damned Souls.-así que ustedes son los famosos gatos malditos o mejor dicho “The gothic Jossy & her Pussy Cats”.
-Aja..-contesto cabeceando la respuesta Joss.-… es un placer, Mr. Rivers, mi nombre el Jocelyn.-dijo esta extendiéndole la mano.- le presento al resto de la banda… esta de las orejas es Kenny, la loca de los pupilentes rojos es Ángel, la monada renacentista es Joshua y el serio con cara de Eiri Yuki sin Shuishi es Mario.

Por toda respuesta Michael solo soltó una carcasa sonora mientras estrechaba manos y escuchaba a Joss.

-Y este.-dijo Joss, sacando de la bolsa de su pantalón el gatito blanco con alas.-Es Demian… dale beso.

La cara de Rivers fue de sorpresa, esperando ver a su ángel personal salir del bolso de la joven, sonrió al ver que se equivocaba e hizo lo que la vocalista le pedía, beso al peluche.

-Ahhhhhh… Dem esta enamorado de ti.
Por toda respuesta el cantante de negros cabellos, comenzó a carcajearse hasta que las lagrimas que se derramaron inquietas por sus mejillas.
-Eres tan graciosa e infantil.
-Sip… pero así me queres.-dijo la cantante en tono infantil abrazándolo.
-Si lo que digas.-contestándole el gesto.
-Oye, ¿sabes que tiene Adrián?-pregunto Rivers.
-Creo que se peleo con Darius.-dijo Joss.
-Y… ¿sabes por que?-dijo al tiempo que comenzaba a bailar con la Kitten.
-Pues…-comenzo a relatarle con lujo de detalle, hasta el plan que tenian sus amigas para hacer que los jóvenes vampiros (NA:Claro que ese detalle no lo sabe nadie mas que ello dos.) se reconciliaran.

Michael se deshizo del abrazo de Joss y se acerco al joven rubio que se veía totalmente distraído.

-¿Que te sucede Adrián?
-¿Eh?-contesto de lo mas distraido, al escuchar la voz del cantante de los Damned.-Nada, es solo que…
-Te peleaste con Darius.-afirmo.
-¿Cómo sabes, quien te lo dijo?-cuestiono angustiado Adrián.
-Jajajajajajaja…. Pinché gatito, si se te nota a leguas, te ves como zombi, como yo cuando casi pierdo a mi ángelito.¿Te acuerdas?
-Je… si, como olvidar tu cara de muerto viviente.-dijo con una melancolica sonrisa el rubio.-¿Que voy a hacer Michael? Si lo pierdo me muero.
-Calma cabron, no hay cosa en este mundo que no tenga arreglo.-dijo Michael pasando su brazo por los hombros del menor.-Además, por ahí me contaron de un buen plan, ponlo en practica, chance y en una de esas te funciona.
-¿Como voy a hacer eso?-dijo el joven cantante con los ojos muy abiertos.-¡Estan locos, me niego!
-Bien, entonces que se consiga a otro.-declaro sarcásticamente Rivers.
-NO, eso nunca, Darius es mío.-dijo Adrián con lagrimas en los ojos.
-Entonces ve y has la lucha, ni que fueras a perder mas la hombría, pinché gatito puto.
-No digas eso… ni que tu fueras todo un semental.-dijo con sorna.
-Pregúntale a Dem, el te contestara-lanzando una sonrisa llena de lujuria a un joven de hermosos ojos pardos y cabello castaño, que iba vestido con un suéter de la universidad de Chicago.

Las horas pasaron, dejando un hueco en su estomago, cada vez mas tarde, cada vez mas claro, el cielo comenzaba a mostrar tonos violáceos de un próximo amanecer y el no había llegado a casa. Pero que caso tendría, si no había nadie mas que su madre y tíos que lo esperaran y de eso no estaba tan seguro.

Nerissa... su madre estaba en Sicilia arreglando asuntos familiares y el resto de su familia estaban dispersos en el mundo o imbuidos en sus empresas personales dentro de las instalaciones de Bloody Rose Corporation.

Pasaron días, dos aproximados, era el 12 de Febrero y aun no estaba listo su regalo para Darius, ese regalo que significaba todo y lo decidiría todo, desde si seguirían juntos o se separarían definitivamente.

Se ve a las afueras del corporativo una hermoso Mercedes Benz en color rojo sangre, estacionarse frente a las puertas del edificio y de el salir a una extravagante diosa de fuego, bajita que no pasa los metro setenta centímetros, rubia cabellera cual fino oro hecho hilos, la piel lechosa y los labios de rojo pasional, vestida con un exquisito vestido en color negro con una abertura que dejaba ver por completo su pierna derecha, portando unas altísimas y zapatillas de bacón de aguja y cubierta con un largo abrigo de pieles de Mink, belleza en esos ojos verdes, con sombras en violeta y negro y la bolsita de mano coqueta llena de piedritas brillantes.

Siendo observada con la boca descolocada por un grupo de jóvenes que desayunaban alegremente en el restaurante de la planta baja del corporativo.

-WOW… ¿pero quien es esa mamita?-pregunto con los ojos desorbitados Nate.
-Oye siiiii quien ese sea escultura femenina.-le siguió Mario. Embabado ante tal visión, solo se encontraban los caballeros de ambas bandas, pero solo tres de ellos le prestaban especial atención.
-Ya vieron chicos… viene para aca.-dijo Derrik señalando la entrada del restaurante, por donde entraba la extravagante mujer con un ojo cubierto por su rubia melena, caminando de forma sugestiva.
-¡¡¡Mira Dar… que mujer!!!- comento excitado el baterista mientras lo sacudía para llamar su atención.
-A si… es muy bella.-dijo sin interés volviendo el rostro hacia otro lugar. En realidad ninguna mujer le había interesado, al menos no en el aspecto sexual.
-Puto tenias que ser.-le reclamo Mario.
-Oye… no ofendas.-dijeron a coro Alex y Josh.

La mujer siguió caminando en dirección a la mesa donde los chicos se encontraban “cenando”, observando a la susodicha, hasta que esta se paro frente a ellos, sonriendo de forma sensual y pasando la mirada por todos hasta centrarse en la figura distraída de Darius.

- Signore Darius Lioncourt.-dijo con voz áspera y sensual y en un marcado acento italiano; a lo que el mencionado volvió el rostro apático hacia la figura femenina.
-Si… soy yo.-dijo sin mas. La mujer sonrió con ojos brillantes y depredadores, camino unos pasos rodeando la mesa hasta estar frente a frente a Darius.
-Un placer, vengo a entregarle esto Signore.- entregándole un sobre lacado con la insignia de la familia Giordano.

El joven pelinegro observo dubitativo el sobre, viendo alternadamente el objeto y el rostro de la mujer que se lo entregaba con una sonrisa de satisfacción en el rostro.

-¿Quien lo envía?-pregunto tomando el sobre.
-Quien lo envía no es importante Signore Lioncour, lo importante es que la lea y acuda al llamado.-sonrió la mujer misteriosa con picardía mientras clavaba su mirada verde en la de el.
-¿Cual es su nombre?-pregunto mirándola con penetrantes ojos de oscuro ébano.

La mujer sonrió tímida y sensualmente apartando solo un poco la vista al sentir que Darius tomaba su mano.

-Mi nombre es… Andromaca Giordano.-dijo, a lo que el galante Darius volvió su mano y beso el dorso de esta, dejando sonrojada a la joven mujer.
-Un placer Madame Giordano.-dijo al punto de desfallecer de lo roja que estaba. Retiro la mano y se despidió amablemente.-Espero no falte signore, lo estaremos esperando.
Dicho esto , la joven Giordano dio media vuelta ignorando al resto de la comitiva que miraban atónitos a Darius.
-¿Qué fue eso?-dijo Nate, asombrado.
-No se.-contesto sin interés.
-No vas a leer la nota.-dijo Josh intrigado.
-Hey esto es privado, a ustedes que les incumbe.-dijo el guitarrista de los Somethig y se fue del lugar. Una vez dentro de su auto se puso a leer la nota, rompiendo el sello previamente.

Estimado Signore Darius Lioncourt.

Espero no importunarlo con esta nota, un tanto descarada, si usted así lo quiere tomar.

Pero he pasado noches en vela en espera de estar cerca de usted aun a sabiendas de que esta comprometido con el joven Leone; aun así no pienso rendirme tan fácilmente, el que Adrián Benett sea parte de mi familia no viene al caso mi atracción por usted, desde que lo vi no dejo de pensar en que algún día, por mas remoto que fuera cruzaría escasas pero sinceras palabras con usted.

Es por eso que le hago esta invitación a cenar conmigo el próximo 14 de Febrero en el Vanity Death, el cual he reservado para una cena intima entre los dos.

Espero no rechace esta invitación, ya que de lo contrario romperá en mil pedazos mis ilusiones y mi corazón.

Si decide asistir, que espero que así sea, la cita es el día y en el lugar indicado anteriormente, la hora es a las 9:00 pm.

No falte.
Un beso.
Andromaca Giordano.



Sorprendido por el atrevimiento de esa mujer, sonrió y se guardo dicha invitación en el bolsillo de su saco. Se recargo en el respaldo del auto, suspirando y pensando la proposición, se quedo dormido y despertó hasta que comenzó a presentir el próximo amanecer.

Adrián.

Pensó en él, y recordó su engaño, y con ello se decidió. Asistiría a la cita con esa mujer y probaría por segunda vez en su vida las mieles del amor que solo una mujer le podría ofrecer.

Solo para olvidar, solo por venganza, por no llorar.

Mientras tanto, un Adrián agitado llego barriéndose al estudio de Le Rouge Records, pera hacer su ultima participación.

-Ssssss.-siseo Josh, con saña al verlo entrar.-Adrián, si hubieras llegado antes te hubieras encontrado con tu Darius platicando muy amenamente con una mujer.
-¿QUEEEEEEEE?-fue la reacción del vocalista, de forma desesperada comenzó a zangolotear al Josh.-¿Quién, cuando, cual era su nombre?
-Se llama Andromaca Giordano… suéltame.-dijo el joven tecladista.
-Esa perra, y se dice mi prima… la muy zorra.-dijo con los ojos aguados, y el corazón desconsolado.-Como se atreve, él es mío… Darius es mío.-dicho esto se dejo caer en el piso de rodillas, jalándose el cabello de forma desesperada.
-Calmate hombre, es solo una mujer, no creo que de repente le hayan empezado gustar las mujeres así como así, ¿o si?-dijo Derrik en un vano intento de animar a su amigo.

No hubo respuesta, solo un llanto desgarrador inundando el lugar.

Pasaron los días, hasta que por fin el calendario indico la fecha indicada: 14 de Febrero.
Y allí estaba un joven de oscura cabellera y ojos cual profundos hoyos negros, vestido en un caro traje italiano en color negro con una camisa de seda color rosa pastel, estaba esperando a la entrada del Vanity Death, que le permitieran la admisión.

-Buenas noches.-se escucho una voz de detrás de la puerta del pub y de ella salio un hombre robusto de piel oscura.-Su invitación por favor-exigió a lo que Darius entrego el sobre con el sello roto.
-Pase, lo están esperando.-dijo el hombre, haciéndose de lado para permitirle la entrada.

Dentro del solitario bar, solo se encontraba el escenario principal, un tubo tipo Table dance en el centro de este, una mesa frente al proscenio, con un blanco mantel, un par de copas, un bold lleno de fresas y champaña francesa en una hielera.

Se acerco al lugar y una voz sensual a través de los altavoces del lugar le indicaron que se sentara y obedeció, se puso frente al escenario como suponía que su misteriosa cita le gustaría, se quito el elegante saco y lo puso en el respaldo de la silla.
Las luces bajaron su intensidad, cambiando del color blanco a un seductor ámbar y rojo. Una música suave, sensual una canción que hablaba de amor y locura, tan conocida por él comenzó a sonar.

-“¿Aerosmith?”-se pregunto mentalmente- “Mmmm la canción es buena!”-siguio con sus cavilaciones hasta que se percato que del fondo del escenario salía, su rubia cita.

Tapada hasta los tobillos con un grueso y largo abrigo con la cara cubnierta por un antifas carnavalesco, comenzó su sensual caminata hasta la orilla del escenario, allí donde Darius la esperaba con una sonrisa socarrona en los labios.

-¿Te sientes Liv Thiler?-cuestiono el joven pelinegro, a lo que la rubia solo soltó una carcajada, acto que hizo notar a Darius que ella también era una vampiro, al igual que él y su… Adrián.-“Mmmm, ahora se por que lucia tan sensual. Vampiro”.-penso.

Poco a poco la joven se deshizo del abrigo, dándole la espalda a Darius, lo deslizo por sus hombros hasta dejarlo en el suelo, entonces el guitarrista se deleito con la sensual imagen frente así. La mujer estaba vestida con un entallado y cortisimo short negro de cuero y una blusa mas que pegada a su cuerpo del mismo material, dejando los brazos desnudos y unas tiras laterales le dejaban ver sus costillas y parte de esa piel de porcelana, la piernas enfundadas en unas exquisitas y sexis medias de red y sus pies calzaban unas altas botas de plataforma con hebilla que se le hacían muy conocidas.
La mujer camino hacia el tubo, moviendo las caderas insinuante, hipnotizando con esto los sentidos de Darius, sonreía satisfactoriamente y aun de espaldas a su único espectador se recargo en el tubo deslizándose hasta el piso como toda una profesional, separando las piernas, dejando a la imaginación lo que Darius podría contemplar de haber ella estado de frente a el. La música siguió sonando, lenta, sugestiva, se puso de pie de la misma manera , volvió su rostro de perfil para observar al ojinegro, le guiño el ojo y paso sus manos por todo su cuerpo, insinuándosele con este gesto. Se llevo las manos a su larga y espera cabellera de oro y en un arranque se jalo con fuerza que se arranco lo que la delato, la rubia peluca, dejando solo una no tan larga pero preciosa melena dorada como el trigo en otoño.
Darius permaneció atento, sacándose de onda al ver volar la peluca lejos de su vista y ver esa cabellera dorada que le traía gratos recuerdos. Pronto la mujer dio un giro, tomando como eje el tubo de metal, lanzándole miradas seductoras al joven espectador, el solo la miro con los ojos mas abiertos y sorprendidos y pronuncio solo una palabra… un nombre:
-¿Adrián?- a lo que el aludido solo sonrió y detuvo su rotación, para nuevamente recargarse en el tubo y restregarse contra el.
-¿Te gusta lo que vez?-le pregunto insinuante, seductor, mientras se lamía los labios y se tocaba impúdicamente ante la atónita mirada de Darius.
-¿Siempre fuiste tu?
-Tenia que hacer algo.-contestaba Adrián mientras seguía con su baile exótico.-de lo contrario nos íbamos a quedar sin regalo de San Valentín…-sonrío sensualmente.- Not a red rose or a satin heart… I’ll give you my body a spectacular show for your eyes!!!- Volvio a sonreir. El hermoso joven se trepo en el tubo hasta lo mas alto de este y se deslizo con sensual delicadeza por este.-Aun no me contestas, ¿Te gusta lo que ves?
Darius sonrió.
-¿Cómo no a de gustarme?, si tu eres el mejor manjar para mi vista, mejor que la sensual copia chafa de Jessica Rabbit.- al escucha esto Adrián soltó una sonora carcajada que lo hizo caer al suelo, seguido por Darius, que estaba encantado de estar nuevamente cerca de su amor.
-¿En serio lucia como Jessica Rbbit?-pregunto el rubio.
-No.-contesto con seriedad el pelinegro.-Mucho mas sexy.
-Te Amo Darius.-dijo mientras gateaba sugestivamente como un enorme gato hacia la orilla del escenario.
-Y yo a ti Adrián.-contesto, mientras tomaba entre sus manos el rostro afeminado de su eterno amante, quitándole el antifaz, para fundirse en un largo y ansiado beso. La canción termino y comenzó nuevamente en lo que ellos seguían unidos.-¿Aun no terminas de bailar o si?-pregunto Darius una vez se separo de los labios de Adrián.
-No… y aun viene lo mejor.-dijo el vocalista poniéndose de pie, regresando cerca del tubo y siguió con su danza de conquista. Restregando su cuerpo insinuante contra el tubo mas de una vez, poniendo el rostro orgásmico mientras lo hacia e incluso soltando pequeños gemidos de vez en vez. Comenzó a deshacerse de sus ropas, primero las molestas botas, luego la entallada blusa quedando solo en el estrecho short y las medias a petición de Darius.
-¿Eres medio fetichista verdad?-dijo coquetamente cuando escucho la petición de su amante, mientras bajaba del escenario y se sentaba a horcajadas sobre él que permanecía sentado en una cómoda silla del lugar.
-Pues, a decir verdad, cuando se trata de ti…. Sí. Me encanta verte vestido con cosas entalladas a tu piel y si te veo desnudo es mejor.-contesto con toda sinceridad mientras dejaba que Adrián le arrancara, literalmente, su cara camisa. Se dejo besar por aquellos húmedos labios, sintiéndolo ondear de placer al rubio sobre su cuerpo, escuchando sus gemidos que eran ahogados por sus labios o su piel, sintiendo como esos finísimos y afilados colmillos le hacían leves rasguños a su cuerpo que dejaban escapar gotitas de sangre que su amante lamía con ansias. Llevo sus manos al apretado y perfecto trasero de Adrián, estrujándolo con un poco de brusquedad, haciéndolo gemir y pronunciar su nombre en suplica.
-¡Darius!-y eso era música para sus oídos, un maravilloso afrodisíaco.
-¡Adrián- también simio su nombre, al sentir la mano invasora en su entrepierna.
Comenzó a moverse al ritmo que le marcaban las caderas de Adrián, provocándole el roce perfecto a su erección.
-Ahhhhh… Adrián, detente.-pidió entre jadeos.
-¿Por qué?
-Veámonos de aquí, quiero hacerte el amor en un lugar mas decente.
-¿El tercer piso?-pregunto el joven vocalista arqueando una ceja, recordando la primera vez que se habían entregado en cuerpo y alma, en un lugar parecido, pero este estaba lleno de gente y después de drogarse y bailar por horas, habían ascendido al tercer piso donde como en todos los pub pertenecientes a los gemelos Blood, había una enorme y suntuosa habitación con un enorme y calido lecho.
Y así lo hicieron, subieron entre caricias ansiadas y besos hambrientos a través de un elevador de carga, llegando a su destino y dejando en el camino la ropa desgarrada de Darius.
Se tumbaron en el lecho, Darius pletórico en su desnudes y Adrián tan solo portando una diminuta bruza y sus medias de red.
-¿Me vas a dejar quitarme las medias?-pregunto el rubio.
-No.- fue toda la respuesta que recibió, antes de sentir los labios de ojinegro recorrer su pecho y abdomen, deteniéndose en su ombligo, dedicándole especial atención a esa parte sensible, arrancándole gemidos desbordantes de placer.
-Ahhhh Darius, vas a hacer que me venga antes de que empieces.
-Jajajajaja…pues vente, por mi no hay problema, puedo hacer que se te suba de nuevo.-dijo entre los besos y lengüetazas que le daba en la parte interna de los muslos de Adrián.-Eres exquisito, ¿sabias?
-Mmmmm… Rivers me lo dijo.-dijo en un jadeo, ya que sentía la boca de su amante sobre su miembro, aun sobre su ropa.-Pero nadie me lo dice como tu.-dijo como disculpa al ver que Darius se alejaba un poco de su tarea.
-Mas te vale.-dijo con una sonrisa lasciva en los labios. Se acerco nuevamente al rostro del rubio, besándolo con algo de brusquedad, deslizo sus labios hasta el cuello de su amante, depositando en este besos y la caricia áspera de su lengua. Abrió la boca levemente, m0ostrando sus pequeños colmillos y los clavo en tan finísimo cuello de porcelana, haciendo que Adrián se arqueara de dolor y placer combinados.
Adrián solo pudo asirse con fuerza ala espalda de Darius, clavándole las uñas en sus hombros, gimiendo su nombre y mil incoherencias, sintió las manos del otro recorrer sus costados hasta llegar a sus muslos, subiendo nuevamente hasta el resorte de las medias y ropa interior, deslizo ambas prendas hasta mitad de sus piernas, sin dejar de beber la sangre que manaba de la herida que había provocado en el cuello de su joven amante.
-¡Ahhhh… Darius… Darius… házmelo, quiero sentirte dentro de mi… Darius.!
-¡Tus palabras son ordenes, mi amor!-dijo sensualmente, mirándolo directamente a esos ojos tan azules como el profundo mar, mostrándole a Adrián sus labios aun manchados con el elixir de cuerpo, su sangre. Se deshizo completamente de las medias de red y la ropa interior, se coloco entre sus largas piernas, volvió a besarlo regalándole una cantidad considerable de ese vital néctar, directo de su boca. Se deslizo lenta y suavemente dentro de él, escuchando esos gemidos placenteros que se ahogaban en sus bocas mientras lo hacia. Tan pronto se sintió recibido comenzó a moverse en un suave y candente vaivén acompasado.
Ambos cuerpos se enlazaron en una danza milenaria, entregando sus cuerpos y almas en ello.

-Te amo Adrián, siempre te amare, no importa el tiempo ni la distancia, te amare eternamente.-declaro el mayor de ellos, entre jadeos, entre besos erráticos y caricias desenfrenadas.-Mi sangre es tu sangre, Adrián, bebe de mi.
-Darius.-contesto conmovido, tomándolo por la nuca, acerco sus labios a su cuello, depositando en el sus calidos labios para remplazarlos después por sus colmillos.
Bebió de el como si del fin del mundo se tratase, le hizo el amor a su manera. Mientras Darius lo penetraba con su duro miembro, el lo hacia con sus filosos colmillos, entregándose completamente.
-Darius…-dijo el rubio aun pegado a su yugular.-…tu también bebe de mi.-ordeno, acercando con su mano la cabeza del pelinegro a su cuello. Se tenso mas al sentir los colmillos de Darius clavarse nuevamente en su cuello y con ello su duro sexo investir con mas fuerza dentro de el.

Siguieron su danza de amor, pletóricos de sangre y sexo, ascendieron a las puertas del cielo llegando al mas sublime de los orgasmos, gritando sus nombres a todo pulmón clavando sus uñas en sus pieles. Siendo dos en un solo cuerpo.

“Te amo”.

Se escucho un suspiro provenientes de esos labios extasiados, si reconocerse a si mismos al escucharlo. Durmieron enlazados en un apretado abrazo, enredados entre las finísimas y caras sabanas rojas como la sangre que consagraron en su comunión.

Mientras tanto…

-Hey, como que ya se tardaron, ¿no crees?-dijo Kenny al no ver llegar ni a Darius, ni a Adrián.
-Hasta crees que van a venir, ya pasan de las diez.-dijo Joss al escuchar a su amiga y compañera.
-Sip… yo creo que el plan si funciono.-dijo Ángel emocionada,
-¿Qué plan?-dijo Joss en actitud infantil, rascándose la cabeza, a lo que sus amigas comenzaron a reír a carcajadas.
-Tu no cambias, ¿verdad Jossy?-dijo Kenny.
-Nop, pero así me quieren, jajajajaja.-contesto la aludida contagiada de las risas de sus amigas. Las abrazo a amabas con fuerza antes de decirles: ¡LAS QUIERO, SON LAS MEJORES AMIGAS QUE PUDE CONSEGUIR!-Besando a ambas chicas en la mejilla.
-¡Y NOSOTRAS A TI!-dijeron Kenny y Ángel con el mismo entusiasmo, abrazándose mutuamente, sintieron los brazos de sus compañeros rodearlas.
-Y nosotros también las queremos, trío de locas.-afirmo Josh.
-Aunque a veces me saquen de quicio, yo también las quiero un chingo, y en especial a ti mi loca de los gatos.-dijo Mario besando en los labios a Joss, a lo que esta solo se puso roja como tomate.
-Y ahora….-dijo Joss aun abrazada a sus amigos.
-¡IT’S SHOW TIME!-gritaron todos a tiempo, aun enredados en ese nudo humano.- WE’RE THE LOVELESS HEART OF HELL…WE’RE THE EVIL KITTENS WEAPING TO THE BEAUTY OF THE NIGHT!!!
Dicho esto salieron al escenario, donde una multitud de jóvenes, entre ellos el resto de los Something y los Damned Souls, a excepción de su vocalista.

-Esta cancion, esta dedicada a todos aquellos que esta noche tan especial la comparten con el amor de su vida, pero en especial para unos entrañables amigos: Demian y Michael, y Darius y Adrián, quienes disfrutan de su amor sin inhibiciones, y también para todos aquellos que comparte la grandeza de contar con grandes amigos esta fecha.
FELIZ DIA DEL AMOR Y LA AMISTAD. HAPPIE VALENTINES!!!!!-grito la vocalista de los Kittens.

I don’t wanna lose your face
Because i know that i can’t live
Without you in this place.

‘Cause i need you every time
I need you every night
I need you every day.
And anybody loves you like me again.

I don’t wanna lose your love
Because i know that i can’t live
Without you from this way.

‘Cause i need every kiss
I need every touch
I need you in any way.
And anybody loves you like me again.
No one loves like we made again.


El día llego acompañado por los brillantes rayos del sol, iluminándolo todo a su paso, despertando con ello a la ajetreada urbe de hierro, la ciudad mas poblada del mundo Nueva York.

Pero dentro de una oscura habitación aun abrazados y enredados en suaves sabanas de seda, unos amantes despertaban lentamente de su letargo, solo para volver a entregarse en cuerpo y alma, renovando con ese simple acto carnal, sus votos de amor eterno, como lo eran ellos. Una amor para siempre, por la eternidad.

FIN

~*~§*§~*~