ADVERTENCIAS

Este BLOG contiene algunas escenas sexualmente explícitas y lenguaje adulto que podría ser considerado ofensivo para algunos lectores (sexo homoerótico) y no es recomendable para menores de edad.

22 mar 2009

Il Violinista Du Diable




N/A: Nicolas d'Lenfente pertenece a Anne Rice (c), yo hago esto sin fines de lucro, solo para pasar un sano rato de divercion.


Dedicado a Zuzeth d' Lenfet...


Con todo el amor del mundo, gracias por ser el mejor Nicolas para mi alocaod bipolar XDD....(o sea Lestat XD).




Il Violinista du Diable

por Nerissa Leone



Cuenta la leyenda, que fue un joven violinista vendió su alma al diablo, para tocar como nunca otros lo han hecho y harán.


Dicen que el diablo le dio el talento y un violín perfecto, pintado con la sangre del joven.

Una noche toco en medio de un claro bajo la luz de la luna, se dice que aquella noche el mismo diablo subió a la tierra y danzo al ritmo de las notas del violinista, de dice que se enamoro de él y al no quererlo ver envejecer, el demonio anclo el alma del joven al violín, atándolo a una eternidad de locura, de música, donde para el violinista no había mas que la música y su violín.


Se cuenta que el violinista era capas de crear magnánimos sonetos, cantos del alma, de su alma que se encontraba atada al violín, también rumoran que un demonio terrenal, celoso de su talento, robo el violan y lo hizo cenizas y que así pereció el joven violinista.


Pero…


Aun por las noches en que la luna esta llena y en lo alto del cielo nocturno, aun se escucha el lamento del violín.


Un réquiem Al Violinista


Il Violinista Du Diable


Nicolas D’ Lenfent





Love


Love
By Nerissa Leone


N/A: Los personages de Loveless Pertenecen a Yun Kouga, yo solo los uso para pasar un bun rato sin fines de lucro.

-*Dedicado a mi Sis malvada: Laura. FELIZ CUMPLE AÑOS
Por todos los regalos pendientes XDD TKM*-




Habían pasado ocho años, diez largos años desde la última vez que lo vio, con ese rostro lleno de pesadez, de tristeza que se contagiaba. Aquella lejana noche lo había visto dar la media vuelta sin decir más palabras que un simple: “¡Adiós Ritsuka!”, lo había visto alejarse con un aura de soledad que le congelo el alma, una imagen que recordaría los años venideros.

Y así fue, pasaron ocho años, sin saber nada de él, ni un mensaje vía celular, ni un e-mail, carta, llamada telefónica, nada, solo aquel recuerdo desolador y eso, aquel recuerdo lo mantenía intacto, como una instantánea que vivía pegada a su mente, tal y como estaban aquellas viejas fotos pegadas aun en su pizarra de recuerdos.

¡Cuanto dolía aquel recuerdo!

Aquella mañana despertó mas temprano de lo habitual, trato de volver a conciliar el sueño al menos unos minutos más, pero nada, pues aquella mañana se sentía extraño, demasiado excitado para su gusto. Tomo su bata y se dirigió al baño, abrió las llaves de la tina dejando que esta se llenara; después de un rato, se sumergió en la tibia agua, mientras en algún lugar de su habitación un pequeño radio sonaba a todo volumen, en una estación cultural, en aquel momento sonaba con gracia El Capriccio No 13 de Nicolo Paganini, mientras Ritsuka gozaba de su baño, cerro los ojos dejándose llevar por las intrincadas notas de aquella melodía hasta que esta termino, a eso vino el momento de dar los anuncios, a lo cual no solía prestar atención hasta que un nombre, aquel nombre lo hizo poner todos sus sentidos en alerta, prestando toda su atención en la voz del locutor, paro bien las orejas, los dos pares, mientras escuchaba.

“La próxima semana tendremos el honor de tener en el museo de Arte Metropolitano una exposición del pintor de origen japonés Soubi Agatsuma, donde nos mostrara parte de su extenso repertorio de pinturas, que en su mayoría tratan de figuras abstractas sobre la naturaleza… La entrada será estrictamente con invitaciones especiales que se repartirán entre gente de elite de nuestra ciudad, eso solo para la inauguración de esta exposición, la cual estará durante una semana entera a disposición del publico en general…”

Aquella noticia lo había dejado sin armas, sin nada más que decir, sin ganas de hablar, de respirar, de nada…

¿Era él?, ¿seria el mismo?

Se pregunto, saliendo de la bañera, tomo una toalla y su bata, dirigiéndose a la habitación, apago el radiecillo, donde ahora sonaba un concierto para piano y orquesta de algún compositor que el desconocía, o de saberlo en aquel momento lo había olvidado, todo.

Sonó su despertador, sacándolo de aquel letargo en el que había caído, dándose cuenta que sin quererlo y casi por inercia ya se había vestido y tomado sus cosas para ir al colegio.

Bajo con cuidado, entrando a la cocina donde su padre tomaba un ligero desayuno, pero el esa mañana no tenia apetito, simplemente tomo un yogurt de bote y se fue, sin decir nada.
Su madre, aquella mujer a la que amaba, ahora ya no existía, ella se había suicidado después de que su hermano desapareciera de nuevo, aquella mujer no había resistido aquella ilusión, era demasiado dolorosa, ver muerto una ver mas a su hijo mayor, y Ritsuka, de el, para el no había nada, como siempre, solo nada, mas que cicatrices y el dolor de haber perdido a un miembro mas de su familia.

Camino hasta la estación de autobús, el cual lo dejo después de un tranquilo y no muy extenso viaje frente a la Universidad de Artes, donde el estudiaba ahora, quería ser un gran fotógrafo, era el mejor de su clase o al menos eso decían sus compañeros y maestros.

Le faltaban pocos meses para graduarse y ya tenia ofertas para trabajar en grandes empresas, agencias de modelos, publicitarias, periódicos, revistas, pero para Ritsuka, nada de eso tenia importancia, solo hacia aquello por el gusto de guardar recuerdos, para no olvidar.

Llego a su salón de clases donde todos lo miraban con cara de admiración, pero aquella mañana aquellos ojos lo observaron distinto, consternación, al ver la mirada perdida en su rostro, aquella expresión que no decía nada y al mismo tiempo todo.

-¿Que sucede?- alguien pregunto, pero no hubo respuesta, solo hasta que pasadas las horas y las clases, Ritsuka reacciono al escuchar su nombre viniendo de la voz estricta del Rector del instituto.

¿Como había llegado hasta ahí?

Se pregunto.

Pero no hallo la respuesta, y vio en su reloj, era tarde, la hora de la salida, todo aquel día lo había pasado sin pena ni gloria, actuando como un autómata, le dijo el Rector, peor no estaba ahí por eso, estaba ahí por que le darían un gran premio por su gran esfuerzo y sus excelentes calificaciones.

-Pero no entiendo por que.-contesto tontamente.

-A ver, joven Aoyagi.-dijo el rector, tratando de mantener la calma.-Usted ha sido un estudiante excelente, el mejor de este instituto desde que el joven Agatsuma, se graduo.

Y de nuevo aquel nombre, aquel apellido que hacia que sus recuerdos mentales salieran a flote, perdiéndose en ellos, ya sin prestarle atención al rector, solo tomo el sobre lacrado, con su nombre impreso en el.

Una invitación para la exposición de Soubi.

Era lo único en que su mente pensaba, en eso y en su pronto reencuentro y en sus recuerdos.

Paso una semana, y el seguía en el mismo estado, como de letargo, actuando como un verdadero zombi, siendo causa de muchas burlas de parte de sus compañeros, pero a él… a él no le afectaban, no le importaba nada más que saber que esa misma tarde lo vería de nuevo.

Llego puntual a la cita, vestido con un traje el mismo que había planeado llevar a su graduación, peor ya no importaba si lo estrenaba antes, por que lo vería, de nuevo.

Entro al vestíbulo, con el suelo revestido de rojo carmín. Con paso tambaléate que aparentaba seguridad mientras otras personas entraban detrás y delante de el.

Al fin, al fin esta dentro de aquel inmueble, al fin estaría cerca de él. Espero paciente a que iniciara dicha exposición el momento en que vería nuevamente aquellos lustrosos ojos azules, como el mismísimo cielo a medio día, claro y sincero.

Se tronaba los dedos con nerviosismo, mirando a ese listón rojo que indicaba que pronto seria cortado por él.

Pasaron unos minutos que para Ritsuka fueron eternos cuando un barullo en la puerta lo hizo volver la mirada, un bello auto de marca extranjera se aparcaba al frente de la galería y de el, al abrirse la puerta salio, con su larga cabellera rubia y sus ojos azules enmarcados por sus gafas redondas, seguía tal y como lo recordaba, quizás con un gesto mas serio en su rostro.

Sintió que su corazón rebotaba una y otra vez dentro de el, parecía que quería salirse de su cuerpo y correr hacia el, igual que sus pies, pero no lo hizo, se mantuvo firme en su lugar, mientras lo bella pasar en espera que el se diera cuenta de su presencia.

Nada, simplemente había pasado de largo, sonriendo casi fingidamente aun que ninguno de los presentes lo supo notar, solo él, por que lo conocía, por que sabia que dentro de aquella luminosa mirada aun había tristeza, aun estaba solo y eso lo hirió en lo profundo de su alma, saber que aquel a quien durante ocho años amo en secreto, seguía sufriendo por su causa.

Había sido un mal Maestro, un mal Sacrificio.

En menos tiempo del que creía ahí estaba, viendo aquellas pinturas llenas de formas asimétricas de animalitos y cosas extrañas, mientras Soubi, era asediado por un sin fin de reporteros y gente que pedía el precio de sus pinturas.

Se dio por vencido, aquella noche seria imposible cruzar palabra con él, así que salio pasando cerca muy cerca de él, ya sin prestarle atención.

Tomo un taxi y se dirigió a su casa, donde se encerró en su cuarto, no sin antes tomar del refrigerador una caja de leche saborizada y un emparedado que preparo rápidamente.

Se quedo pensando, tratando de comer, aun que mucha hambre no tenia, se recostó en su cama, sin quitarse la ropa de gala que esa noche portaba, simplemente no tenia ganas de nada, mas que imaginar sus ojos azules, llenos de luz.

No supo ni cuento tiempo había pasado, pero se había quedado dormido en una mala posición, por lo que al levantarse todos los huesos de su espalda tronaron, se puso de pie y se tomo el resto de aquella leche saborizada y tiro el embase al cesto de basura, ya sin ganas de volver a dormir, se fijo en la hora de su despertador, las dos y media de la madrugada, indicaban los números brillantes y solo atino a suspirar, resignado y volvió a acomodarse sobre el colchón, mirando al techo, con la mente en blanco.

Cerró los ojos, pues así era la única forma de volver a ver su rostro, de pronto escucho que tocaban en el cristal de su ventana, extrañado se levanto y tomo un abre cartas de su escritorio, su única arma de defensa en caso de que el que estuviera tocando fuera un ladrón.


Abrió el ventanal, arrastrando la puerta sin levantar la cortina, por lo que esta comenzó a volar cuando una ráfaga de viento entro a la calida habitación.

El corazón de Ritsuka comenzó a latir frenéticamente contra su pecho, era el, ahí de nuevo en su habitación, como antaño.

-Tu.-murmuro sorprendido, dando unos pasos hacia atrás, tirando el abre cartas.

-Aquí estoy.-contesto el intruso.-Ritsuka.

-Soubi.-pronuncio aquel nombre con emoción.- ¿Como?

Que mas podía decir, le costaba trabajo articular palabras, enlazarlas, todo en su cabeza en ese mismo instante carecía de sentido, lo único importante era que el estaba ahí, en medio de su habitación.

Soubi, sonrió con aquella tranquilidad y simpleza que le caracterizaba, con todo el amor que sentía aun por Ritsuka, con aquel cariño casi enfermo que lo obligo, una vez, a separase de aquel niño.

Su niño.

-Vine por ti.-dijo en un tono moderado, Soubi.

-¿Pero como sabias que aun vivía aquí?- pregunto Ritsuka, sin quitarle la vista de encima.

-No lo sabia, solo lo supuse.-contesto.-Aun te empeñas por crear recuerdos.-dijo, acercándose a la pizarra encima de su escritorio.-Así que supuse que quisiste conservar este recuerdo.

Murmuro, refiriéndose a las tardes o noches que pasaban juntos en la habitación del joven, “conversando”, o simplemente observándose.

-¿Por que te fuiste así?-cuestiono el menor.

-Tenia que-dijo.-Mi presencia solo te causaba confusión y dolor, tu mismo lo dijiste; así que no quería lastimarte más.

Fijo su azulada mirada en el joven, que solo lo miraba fijamente, sin creer que estuviese ahí, frente a el, contestando sus preguntas, como nunca antes había hecho.

-Lo hice por amor, Ritsuka-confeso.

-¿Amor?-contesto a manera de pregunta.-No creo saber que es el amor precisamente.-dijo Ritsuka.-Quise saberlo, quise aprender, pero…

-¿Pero que Ritsuka?-pregunto Soubi.

-Nunca lo entendí, por que no estuviste ahí para orientarme.-murmuro.-Tu que decías amarme hasta morir, no estabas ahí cuando necesitaba saberlo.

-Lo siento.-se disculpo en un murmullo, desviando la mirada.-Pero ya estoy aquí, dispuesto a todo, solo por ti.

Ritsuka sonrió y se acerco mas a Soubi, toco su pecho con una mano, comprobando que aquel no era un simple sueño.

-¿Aun me amas?-pregunto el joven.

-Ritsuka…-hablo el mayor.-Te amo.

Confeso con una media sonrisa, tomando aquella pequeña mano entre la suya, acercando sus cuerpos que al entrar en contacto se estremecieron.

-Te amo Soubi.-confeso Ritsuka.-Ahora estoy seguro de ello.

Dijo y lo beso, dulce y tranquilamente, cerró los ojos, sintiendo el brazo de Soubi cerrándose en trono a su cintura, pegándolo más y más en medio de aquel caluroso beso.

Nada mas importo en ese instante, nada, mas que aquella calida presencia que le brindaba seguridad, nada mas que saberse verdaderamente amado, mientras aquel sentimiento de vació se desvanecía en el calor de esos fuertes brazos.

Amor.

Sabia que a partir de ese momento y a pesar del nombre que portaba en el brazo, no volvería a doler ante la idea de hacerle honor a este.

No seria más Loveless… Sin amor…

Ni Soubi seria Beloved…

Simplemente seria una palabra, sin prefijos y sufijos…

Solo una palabra con tanto significado en su sencillez…

Love… Amor.






--------------------

Espero que les haya gustado, dejen sus opiniones y/o criticas.

Bloody Kisses

Nerissa

21 mar 2009

Aun







N/A: Este es un Fan Fic de Gravitation, el personaje es Shuichi Shindou y es en un probable futuro sin Yuki.


Espero que les guste.



Dedicado a un buen amigo: Lestat Lioncourt.



Aun

Por Nerissa




Otra vez camino sin dirección

Acompañado por la inmensidad

de una noche fría y gris…


Caminaba nuevamente solo por aquel parque, aquel que había sido testigo de su comienzo.

Con una nueva hoja, con una nueva canción en la mano, como aquella lejana noche, hacia mas de cinco años… mucho tiempo para cambiar, pero tan poco para olvidar.

Recordaba a la perfección aquel primer encuentro, el viento helado, su desesperación y angustia por no poder escribir una simple canción, solo una, lo suficientemente buena para complacer al presidente de NG Records; y ese viento imprudente había arrancado de su mano, la frágil hoja y había hecho que esta parar a manos de un joven misterioso y sumamente extraño… y esas palabras…


“Una colegiala, lo haría mejor…”


Con ese sensual tono de voz…


“…Tienes cero talento, es mejor que te rindas”


Y esa intimidante mirada.


Y aun a pesar de los años, lo recordaba como si hubiera sucedido hacia cinco segundos… Todo, el miedo, la angustia, el dolor…


“Cero talento”


Y parecía que la escena se repetía, solo que ahora no estaba él…


y la luna que llena el crepúsculo

me baña en matices de nostalgia al reflejar tu rostro.


Se sentó en una de las bancas, observando la luna llena resplandecer en el cielo que poco a poco perdía sus colores claros, para convertirse en rojos, violetas y por ultimo dejar el tono negro azulado y la luna coronando el paisaje.


Observo nuevamente la hoja de blanco papel que llevaba en la mano, leyendo con suma atención la letra de esa nueva canción.

Nada comparada con aquella que fue la causa de tan dura critica, por que esta reflejaba su lado oculto y la madures tanto física como emocional que había sufrido a lo largo de esos años.

Y aun a pesar de los años, sentía la grave necesidad se sentir esos labios y esas manos recorrer su piel, de escuchar esa voz que le hacia estremecer hasta los huesos.


Me siento tan triste amor

Tan infeliz

tan lleno de ansiedad

No se que nos separo

Y comunicarle a mi corazón


Cerro los ojos por breves instantes, y sintio las frías lagrimas derramarse por su rostro, aun podía sentir el dolor que sus crueles palabras habían causado en sus adentros.

“Callate… largo, no entiendes que no quiero verte… tu presencia me harta, me enferma. Largate… maldigo el día en que te cruzaste en mi camino”.

Y le dolían tanto que jamas las olvido… las mantenia tan fijas como el tatuaje en su pelvis… una marca de por vida, al igual que ese amor que jamas olvidaria.

Por que era suyo aunque no estuviera con él…

Por que aun le pertenecía en cuerpo y alma, a pesar de que estaba con otro… alguien que si le mostraba su amor…


Yuki… su Yuki…


Cuanto amor que se hizo añicos tan solo con unas simples palabras y un pequeño golpe en la mejilla…


Que aun te amo,

Que aun te extraño


¿Cómo olvidarlo?¿Como sacarlo de su cabeza, si su corazón aun le pedia a gritos que lo amara, que lo buscara, que suplicara?

Pero no… no daria vuelta atrás…no regresaría el tiempo cuatro años de esfuerzo por no claudicar ante la simple imagen grabada en una foto, una que se veía vacía, sin un rastro de amor, ese amor que solo el mantenia a flote, ese amor que no existia mas que en un solo corazón, ese amor que se esfumo como el fuego bajo un furioso huracán.


Y aun así… lo extrañaba. Ironicamente.


Los días sin ti

son como morir

Aun te amo


Se le hacia un nudo en la garganta el solo recordar esos fríos ojos que lo hechisaban, y lo hacian temblar y lo hacian caer en su juego de seduccion.

Simples caricias y el constante repetir de unas palabras a su oído.


“Eres hermoso… realmente hermoso”


Mientras le hacia el amor.


Hubiera dado su, vida y su fama por volverlas a escuchar.


Donde estas no quiero pederte no, no

no se si piensas en mi como yo en ti

Oh me haces tanta falta

Me vale el orgullo si me siento así

si eres gran parte de mi


¿Y donde estaria él en esos momententos?

Quisas como siempre encerado en su estudio frente a su laptop, escribiendo horas enteras sin siquiera salir para comer.

¿Y cual seria la inspiración para sus historias de amor?


Queria ser el, pensar que tan solo una de esas historias, un solo parrafo, una sola oracion hubieran sido inspiradas por el, le hubiese alegrado la vida, la existencia.

Pero lo sabia, él: Shuichi Shindou no era parte de sus pensamientos, ni de su vida… ya no mas.


Donde supones que

debo ocultar

el dolor que llevo aquí


Y dolia, aun que no lo queria aceptar del todo aun le dolia no saberce el muso de Yuki, no lo era y jamas lo fue y sera, él solo era una mariposilla de luz que caminaba bajo de sus sombra para no quemarse , con el fuego de esos ojos indiferentes.


Si aun te amo

Si aun te extraño

Los días sin ti

son como morir

Aun te extraño.


Todo había acabado, todo… absolutamente todo y aun lo amaba tan profundamente que le dolia en el alma y eso le probocaba melancolia, más ahora que había regresado a casa, a Japón.

Mas cerca y a la vez tan lejos de él.


No se que nos separo

Que puede hacer

este abismo entre los dos

no quiero esta soledad

Te quiero a ti,

te quiero solo a ti


Y como dolia pensar que jamas volverian a compartir la misma cama, ni el mismo aliento.

Todo se acabo para ellos y ya no había remedio.

Solo llorar y lamentarse, aunque eso ya no solucionaba nada, absolutamente nada.

Metio su mano dentro de su chaqueta, sacando de ahí una cajetilla de cigarros, tomando uno entre sus labios para meter de nuevo esa mano en el bolsillo de su pantalón y sacar el ensendedor.

Calando el humo, cerro los ojos añorando esos labios que tanto amaba, disfrutando el sabor almizcleño que le dejaba el cigarro, pues era lo unico que le quedaba, disfrutar e imaginar que ese era el sabor que dejaban sus besos. El sabor del tabaco.


Aun te amo

Aun te extraño

Los días sin ti

Son como morir


Y con este pensamiento se puso de pie, dejando escapar el humo del cigarro. Se dirigo hacia la salida del parque donde lo esperaba su carisimo auto aleman, de ultimo modelo.


Aun…


TE AMO.



-------------

Espero que os haya gustado.

EL video aqui abajo es el tema en el que esta inspirada el Fan Fics.


16 mar 2009

La Fleur Du Mal


Bueno, este es mi primer post y estrenando mi Blog donde publicare de manera oficial una novela inedita al igual que otros relatos que no han visto la luz -aun- espero que puedan divertirse conmigo y me acompañen por este "Jardin Salvaje" el cual he recorrido desde hace mucho tiempo.

Bloody Kisse

Nerissa Leone